Lo más seguro es que alguna vez
(o más) hayas visto a una persona caminando por la calle ayudándose de un
bastón, quizá pensaste que esa persona era invidente y, quizá trataste de
ayudarla. ¿Sabías que no todas las personas que llevan bastón son invidentes?
¿Sabes cuál es la forma correcta de dirigirte a invidentes para ayudarlos? Te
invitamos a seguir leyendo esta entrada para conocer más acerca de los bastones
para personas con discapacidad visual, comenzando por el icónico bastón blanco.
El Bastón Blanco es un instrumento
que les permite a las personas con discapacidad visual desplazarse de forma
autónoma. Sus características de diseño y técnica de manejo facilitan el
rastreo y detección oportuna de obstáculos que se encuentran a ras del suelo.
Además del Bastón Blanco plegable, existen otros modelos que son completamente
rígidos y con la empuñadura curveada. El tamaño del Bastón Blanco debe llegar a
la altura del esternón, y la medida varía de acuerdo con la estatura de la
persona que lo usa. Hay bastones de 1.05, 1.10, 1.15 y 1.20 metros.
¿Sabías que el 15 de octubre es el día mundial del bastón blanco?
El 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Bastón Blanco, una fecha que representa la integración y sensibilización de la sociedad con las personas con discapacidad visual. El uso del bastón blanco constituye un símbolo a nivel mundial, para identificar a las personas con alguna discapacidad visual. La Unión Mundial de Ciegos, conformada por representantes de organizaciones e instituciones proclamó este día en París, en el año 1980 para conmemorar el uso del bastón blanco como un instrumento de inclusión y de igualdad de oportunidades por parte de personas con discapacidad visual.
Origen
La invención y uso del Bastón Blanco para invidentes se atribuye a diferentes personas a lo largo de la historia. Es a partir del siglo XX con la difusión del automóvil que se hizo necesario un medio de advertir a los conductores y a los peatones de la presencia de de una persona ciega. Fue el inglés con discapacidad visual James Biggs, quien, en 1921, pintó su bastón de color blanco para indicar su condición de ciego. El bastón blanco dio el salto a Europa gracias a la campaña de una dama parisina, Guilly d’Herbemont, quien en noviembre de 1930 escribió una carta a un periódico de la ciudad, instando a que los ciegos usaran los batons blancs, similares a los que llevaba la policía de tráfico. Unos meses más tarde, d’Herbemont organizó una ceremonia para que el presidente francés presentara un bastón blanco a un veterano de guerra ciego y a un civil ciego. Luego, donó 5000 bastones blancos a los residentes ciegos de la ciudad. Por la misma época, el presidente del Club de Leones de Peoria (EE. UU.), George A. Bonham, logró la solidaridad de miles de socios cuando introdujo el bastón blanco en Norteamérica. En diciembre de 1930, el Ayuntamiento de Peoria (Illinois) aprobó la primera “ley de seguridad del bastón blanco” de la nación que daba a los ciudadanos ciegos el derecho de paso y otras protecciones cuando llevaban un bastón blanco. Por otro lado, en los medios de comunicación argentinos se atribuye el invento a José Mario Fallótico, un activista político que en 1921 o 1931 tuvo la idea del bastón blanco y la ofreció a la Biblioteca Argentina para Ciegos. Aceptada por la misma, se hizo universal, pero Fallótico nunca patentó su invento.
Existen diferentes técnicas que se utilizan para que una persona con discapacidad visual pueda desplazarse:
Técnica de Hoover, donde el bastón debe moverse realizando un semicírculo de derecha a izquierda, con el solo movimiento de la muñeca; la punta del bastón debe tocar el piso en los dos extremos del semicírculo
Técnica de deslizamiento, permite a la persona con discapacidad visual desplazarse por sitios cerrados, el bastón deberá ir colocado en posición diagonal con la punta en el borde que está entre la pared y el suelo, sin realizar ningún toque
Técnica de toque, se toma el bastón en forma de agarre ubicándolo al frente y al centro del cuerpo en forma paralela, dando dos o tres toques
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 1,300 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de deficiencia visual, la mayoría de las cuales tiene más de 50 años. Las principales causas que originan dificultades de visión son los errores de refracción que no se han corregido y las cataratas. Actualmente existen varios tipos de bastones que se diferencian por su color (blanco, verde, rojo y blanco), y que sirven para identificar los distintos tipos de discapacidad que presenta su usuario.

Bastón Blanco
Fue el pionero y es el que
utilizan las personas ciegas o con una grave disfunción visual para tener
independencia y seguridad en sus desplazamientos por espacios públicos. El
color blanco no solo los identifica como invidentes, sino que resalta en
contraste con el asfalto, por ejemplo, y así resulta más visible para los
vehículos que están circulando, y ayuda a prevenir accidentes.
Bastón Verde
Esta variante se diseñó para identificar a las personas que tienen baja visión, lo que significa que tienen una agudeza visual igual o inferior a 0.3 (30% de la visión que se considera normal), o un campo visual igual o inferior a 20º (lo normal es 180º), sin que sea posible resolver sus limitaciones con las herramientas médicas actualmente disponibles, porque se trata de una pérdida visual irreversible. Aunque no estén totalmente ciegos, estas personas pueden encontrarse con muchas dificultades en ciertos entornos desconocidos, y por ello es conveniente que se conozca su discapacidad para poder apoyarles en caso necesario.
Bastón Blanco con franjas rojas
El bastón rojo-blanco fue designado por la Federación Mundial de Sordociegos (World Federation of the Deafblind-WFDB) para representar a las personas con esta discapacidad, con el objetivo de que se convirtiera en un auxiliar de movilidad que identificase a las personas con sordoceguera, es decir, aquellas que no pueden ver ni tampoco oír, una dificultad adicional que deben conocer las personas de su entorno cuando tengan que ayudarlas en sus desplazamientos.

¿Cómo ayudar a una persona con discapacidad visual?
Si te encuentras con una persona con discapacidad visual o ceguera en algún espacio público como la calle, un establecimiento, una parada de transporte público o en un subterráneo y consideras que pueda necesitar ayuda, puedes aplicar algunas de las siguientes recomendaciones:
Identifícate inmediatamente con un tono de voz adecuado
Pregunta directamente a la persona si quiere ayuda sin asumirlo, si te dice que sí, pregúntale qué quiere que hagas
Si una persona con discapacidad visual te solicita ayuda para desplazarse, ofrécele el brazo y camina por delante de esta forma podrá percibir si aceleras
Utiliza términos orientativos como: izquierda, derecha, adelante, atrás
Describe verbalmente escenarios y entornos, así como obstáculos en el camino
No dejes sola a la persona, sin advertírselo antes
Si la persona con discapacidad visual va acompañada de un perro guía, no toques ni acaricies al perro porque está trabajando
Para las personas que usan perro guía, es conveniente preguntarles qué es lo que prefieren, si seguirte o agarrarse a ti
Al usar las escaleras, señala si van hacia arriba o hacia abajo, describe qué tan empinadas son y su largo. Coloca la mano de la persona en la baranda y da el primer paso, asegurándote de que la persona tenga tiempo suficiente para subir
Si van a subir a un auto, antes de subir indica hacia qué dirección está la parte delantera del auto y qué puerta está abierta, pon su mano en la puerta del auto y quédate ahí por si necesita ayuda para sentarse
Las personas con discapacidad
visual pueden llegar con independencia a las paradas del transporte público,
pero seguramente no sabrán cuál de los vehículos que se detiene es el que
espera. Si ves a alguien con Bastón Blanco en la parada, acércate y pregunta
qué ruta espera. No es necesario que le digas el número de cada autobús que se
detiene en la parada, bastará que le indiques cuando llega la ruta que
requiere.
Si tienes prisa y no puedes esperar el transporte de la persona que estás ayudando, no te sientas culpable por irte antes. Lo importante es que le anuncies que te vas, pues de lo contrario seguirá esperando que tú le avises sin saber que te has ido. En cambio, si anuncias tu partida, la persona con discapacidad visual podrá solicitar colaboración a otra persona. Para subir o bajar de un autobús (si es que solicita tu ayuda), guía a la persona con discapacidad visual hasta la puerta de entrada o salida e indícale dónde está la puerta y el pasamano tomando su mano y colocándola en la agarradera de apoyo de la entrada del autobús, no es necesario que empujes a la persona ni la intentes cargar en la subida.
En general, lo más importante al ayudar o compartir con una persona ciega, es tratarla como trataríamos a cualquier otra. Si bien debemos estar atentos por si tienen alguna necesidad, lo principal es darles su espacio y dejarlos hacer sus vidas con normalidad.
¿Cómo puedo ayudar a una persona que usa bastón blanco y rojo?
A una persona con un bastón blanco y rojo la mejor manera de ayudarla es no hacer nada. Sin embargo, en términos generales, las indicaciones básicas serían:
Dejarle espacio y no interrumpir su concentración
Si nos pregunta algo darle las indicaciones más precisas y sencillas, hablando despacio, sin gritar (aquí hay que hacer la aclaración, si bien son personas que tienen sordera la gran mayoría lleva dispositivos que los ayudan a escuchar)
Podemos preguntarle si quiere que le orientemos. Si descarta la ayuda no hay que insistir
Sólo en caso de peligro debemos acercarnos para intentar orientarlo
Nos presentaremos con un leve toque en el hombro o el brazo
Intentaremos verificar si puede ver u oír algo. Siempre es mejor hacerlo frente a frente
En caso de tener que cambiarle la ruta (solo en caso de peligro inminente) verificar que no quede desorientado y ponerlo en un camino conocido lo antes posible
Las personas sordociegas necesitan tiempo y calma para organizar las informaciones del entorno y tomar decisiones sobre su desplazamiento, además de que lo hacen en directo, en el curso de la marcha. Como peatones, conductores o como usuarios del transporte público, no olvidemos entonces tener paciencia y respeto por una persona que está haciendo un esfuerzo titánico por ejercer su autonomía.
No te sientas mal si una persona con discapacidad visual rechaza tu ayuda. Puede ocurrir que tenga un potencial visual que le permita realizar la acción que deseaba sin auxiliarlo o bien considerar que no necesita ayuda en ese momento. De igual manera, puede ocurrir que una persona con discapacidad visual te rechace violentamente. Esto no debe terminar haciendo que no debas ayudar a otras personas con discapacidad visual cuando veas que necesitan ayuda; como todo el mundo pueden tener días difíciles o caracteres irritables sin que ello signifique que la mayoría de las personas con discapacidad visual agradecerán tu ayuda.
¡Nos vemos en la siguiente entrada! Si tienes alguna otra duda o comentario, háznoslo saber, al igual si te gustaría ver algún tema publicado en este blog, recuerda que se hizo pensando en ti. ¡Ten un excelente día!
