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Problemas de aprendizaje en niños y cómo se relacionan con defectos visuales

En una entrada pasada hablamos acerca de los principales problemas en la visión de los niños y cómo detectarlos, ahora te diremos cómo un defecto en la visión de los niños puede influir en su aprendizaje, incluso sin darse cuenta de ello. 
 
Pero, ¿cómo es que un niño no se da cuenta que ve mal? hay una respuesta para ello, y es que el niño o niña toda su vida ha visto así y no sabe que ve mal hasta que se le hace un examen de la vista; ésto también pasa en adultos. 
 
En la mayoría de los casos de pacientes nuevos, una persona no sabe que toda su vida ha visto mal hasta que se le corrige la visión mediante un examen de la vista
 
Supongamos por ejemplo que a una niña o a un niño no le gusta leer, cada que lo ponen a leer tiende a aburrirse o bien no pone atención en lo que está leyendo, podrás darte cuenta que no pone atención a lo que lee cuando le preguntas sobre lo que acaba de leer y no te sabe decir; esto puede ser por una razón: TIENE ASTIGMATISMO O HIPERMETROPÍA. Nota: el tener astigmatismo o hipermetropía no son las únicas razones por la que una niña o un niño no le guste leer pero es la que tiene que ver con algún defecto visual. 
 
Recordemos lo que son, a grandes rasgos, estos defectos visuales: El astigmatismo provoca una visión borrosa y distorsionada, algunos de los primeros indicios que pueden llevar a una persona a sospechar que padece astigmatismo son la presencia de fatiga visual, dolores de cabeza tras haber forzado la vista al leer o al trabajar frente a la computadora u otros dispositivos, o la percepción de un incremento de los deslumbramientos y de los halos de semáforos u otros vehículos al conducir, por ejemplo. La persona hipermétrope tiene mayor problema en la visión a distancias cortas, pudiendo ver con mayor claridad a distancias largas. Los pacientes hipermétropes pueden sufrir de dolores de cabeza frecuentes, usualmente después de leer. El continuo esfuerzo de acomodación puede provocar síntomas como fatiga visual, ardor en ojos o dolores de cabeza. 
 

 Ahora bien, esto fue lo que nos dijo un paciente de nombre Josué (de más de 20 años): A mí no me gusta leer, no leo porque desde niño me ha resultado muy cansado; al llevar a cabo su examen de la vista y colocarle la graduación que necesitaba en un armazón de prueba y pedirle que leyera, el resultado fue que nunca se le había dicho que tenía astigmatismo y eso era lo que le causaba dolores de cabeza y ardor en los ojos al leer, además de una visión distorsionada en cortas distancias. Imagina ahora cuántas niñas y niños están en la situación de Josué.  
 
Pasemos a otro ejemplo: La niña o el niño no pone atención en clase. Hay múltiples factores para esto, uno de ellos se puede corregir simplemente con el uso de lentes; quizá te haya pasado a ti o conoces a alguien que antes de usar lentes le resultaba muy complicado leer lo que su maestro escribía en el pizarrón (más ahora que son pintarrones de color blanco). Quizá en una edad mayor, digamos, en la preparatoria o licenciatura, si no alcanzas a ver el pintarrón con claridad te puedes apoyar en escuchar lo que está diciendo el maestro, o bien buscar alguna lectura relacionada con el tema o pedir apuntes a tu compañero de al lado; piensa en un niño: su mundo es visual, si no recibe el estímulo visual que lo haga fijar su atención, en este caso el pintarrón, el niño perderá todo el interés en lo que está diciendo su maestro. Hemos recibido niños diagnosticados con TDA (trastorno por déficit de atención), que en realidad lo que les hace falta son lentes; creemos que es mucho más rápido y más sencillo realizarle un examen de la vista a un niño para descartar algún defecto visual que haga que su aprendizaje no sea el mejor antes de pensar en otras situaciones. 
 
Si tú crees que tu hija o hijo tiene algún defecto visual, no le preguntes si ve bien, quizá no sepa decirte por no saber cómo es ver bien; tráelo con nosotros: en ÖÖKULL recomendamos traer a tus hijos para realizarle un examen de la vista a partir de los 6 años, el costo del examen es de $100 pero, si la niña o niño necesita lentes, esos $100 se abonan al precio de sus lentes. ¡Es una inversión mínima que puede ser de gran ayuda para tu hija o hijo! 
 
¡Esperamos haber resuelto tus dudas! Si tienes alguna otra duda o comentario, háznoslo saber, al igual si te gustaría ver algún tema publicado en este blog, recuerda que se hizo pensando en ti. ¡Ten un excelente día!